rca de la fidelidad dentro del matrimonio, lo cual no entendí pues sé quién es mi futuro esposo y

as cosas primero haciendo que ella tenga una manera de ver todo muy diferente a la mía, nunca coincidimos más que en

oñé y así está sucediendo, recibí el arreglo de flores que llevaré mientras camino rumbo al altar, este me lo entrega mi madre quien se ha mostrado tan feliz com

tomovilístico hace casi 12 años, tuvo que hacerse cargo de Sara, su hermana menor quien lo adora, a veces envidio esa manera en

los dos se mueven en el mismo círculo de amistades y pienso que las cosas deberían ser distintas al tener todo eso en co

la casa hasta el carro que se organizó para llevarnos a la iglesia, me despido de Maya, mi mejor amiga y dama de honor, de Sara mi cuñada y de mi madre,

invitados y entre ellos está Bruno, debo confesar que él fue mi primer novio y que me lo pensé pero, después hablarlo con Carlo, ya que lo que menos quería era hacerle pasar un mal rato el día de nue

mientras llevo con las manos la falda del vestido pues me incomoda un poco para caminar, le preguntó, sé que él nunca me engañaría ya que si ter

decir nada y yo voy rumbo al altar, empieza a sonar la marcha nupcial, pero no está Carlo —¿en dónde está Carlo? —le preguntó a su hermana —Dios, ¿alguien sabe al

—tal vez está en algún embotellamiento,

deseos de llorar, pero me contengo, no quiero algo así el día de mi matrimonio, mis padres me miran con una mezcla

debe celebrar una boda, parece decirme que la mía no se llevar

blorosas miro la carta y comienz

, no me puedo casa

usca de Bruno quien me sigue, le indico que me lleve a cierto lugar, pero no sin antes hacerles saber a mis invitados sintiéndome

o hacerle por hacerme quedar en ridículo, quiero venganza, pero no puedo yo lo am

a, Carlo está con Lía y hay un juez quien termina de declararlos marido y mujer, me llevo las manos a la boca y Carlo quien no se ha percatado de

te colocando su mano sobre el brazo de él mostrando su anillo de matrimonio —vaya Carlo, solo dime una cosa —me limpio las lágrimas

a su voz —P